Establecer una ley que cubra todas las necesidades de las personas con dependencia está muy bien, pero no nos debemos olvidar que implantar una ley implica la vez asumir la realidad de nuestro país.

Estamos metidos de lleno en una crisis a nivel mundial que afecta a nuestra economía y muy especialmente las ayudas sociales que tenemos.

La Generalitat de Catalunya optó en su momento para retrasar la aplicación de los nuevos grados de dependencia a la espera de poder cumplir con los pagos de las personas con más dependencia.

Se comprometió a pagar la prestación en un período corto de tiempo y garantizaba el pago de los atrasos prorrateados en 5 años con el fin de dar al beneficiario lo que le corresponde sin dejar desatendido a otro usuario.

Desde hace ya más de un año y medio, el Departament de Benestar Social i Familia, tuvo que paralizar de forma temporal todas las peticiones de nuevas, ya que la falta de presupuestos impedía poder hacer frente a los pagos. Aunque durante este periodo de tiempo, muchos expedientes han tenido que darse por finalizados y muchas personas se han visto afectadas, el Departament, desde el día 20 de noviembre de 2014, ha podido volver a poner en marcha estas prestaciones aunque con algunas condiciones:

1. Se retoman las PEV residenciales para aquellos usuarios con un grado III y se fija la cuantía a través de una fórmula, en función de la capacidad económica de cada persona.

2. El importe máximo de la prestación es de 715 euros mensuales.

Esto se aplica a las PEV (prestaciones económicas vinculadas) concedidas a partir del 20 de noviembre. Las personas que ya lo están cobrando, lo seguirán haciendo en las mismas cuantías y condiciones como hasta ahora.

Todos los expedientes que se cerraron durante este periodo se están reactivando de forma gradual para poder tramitar la prestación económica correspondiente.

Si quieres saber más sobre las prestaciones económicas vinculadas no dudes en ponerte en contacto con tu trabajadora social.