El pasado 30 de junio, los pequeños yoguis de Betula Sport acabaron el curso y quisieron hacer la despedida en los jardines de Betula Alba practicando Yoga en familia para enseñarles lo que aprenden en las clases de los jueves.

Fue una tarde muy divertida, realizando posturas de yoga, formando Mandalas humanos, creando vínculos y convirtiéndose todos en niños por un día, llenando de magia e ilusión una tarde maravillosa. Al final todos se relajaron creando un espacio de calma y bienestar.

La entrega de diplomas a los yoguis pusieron punto y final al curso de Yoga Infantil.

Esta experiencia solo ha sido el final de un curso de yoga, pero durante todo el año, todos los jueves, Vanesa Lainez, monitora de la clase,  se ha reunido con los niños para dar a conocer a los más pequeños lo que es esta técnica oriental.

A través del yoga, los niños han ejercitado su respiración y han aprendido a relajarse para hacer frente al estrés, a las situaciones conflictivas y a la falta de concentración.

Vanesa les ha enseñado que con el yoga consiguen más flexibilidad en las articulaciones, mejoran sus hábitos posturales de la columna vertebral, sus órganos internos reciben un masaje, estimulan la circulación sanguínea, mejoran su autoestima, bajan el nivel de estrés, perfeccionan los sentidos, trabajan la agilidad y el estiramiento, tienen un mejor desarrollo de la atención, concentración, memoria e imaginación, se les armoniza la personalidad y el carácter, canalizan su energía física y  mejoran la comprensión e interacción con los demás.

Durante el curso, han hecho un gran trabajo de respiración como herramienta para atraer la atención y la concentración antes de empezar la clase.

Con los Mantras, a través de su vibración y sus sonidos, han equilibrado sus hemisferios cerebrales tanto el emocional como el racional y los ha preparado para comenzar la clase más centrados en el momento presente.

Los juegos de calentamiento, como los saludos al sol, han ayudado para preparar el cuerpo antes de iniciar las asanas o posturas de yoga.

Los Juegos con asanas han servido para practicar diferentes posturas y trabajar la flexión, extensión, lateralización, equilibrio, fuerza, etc.

Dentro del juego de asanas las posturas que han aprendido siempre se han adaptado a algún juego y es aquí el momento donde los niños han dado rienda suelta a su imaginación.

La  relajación ha marcado siempre el final de las sesiones de yoga, y una de las partes  más importante de la clase, donde los niños consiguen, aunque parezca increíble, quedarse quietos, en silencio y atentos a su respiración.

Este es el segundo año de la clase de Yoga Infantil, y todos los alumnos, sea su primer o segundo año, han conseguido crear un ambiente de amistad más allá de la pura técnica.

¡Felicidades a todos los yoguis y a pasar un buen verano!